La inteligencia emocional en tus entrenamientos personales

 

Para lograr lo que te propongas lo primero de todo es visualizar tu objetivo, y antes de dar siquiera el primer paso, situarnos en una emoción que juegue a nuestro favor y no en contra.

La actitud va a ser determinante

De lo contrario, surgen los: “no puedo, no soy capaz, que mala suerte tengo, etc…”.

Emociones y cognición

La inteligencia emocional a nuestro servicio

Es aquí que la inteligencia emocional cobra especial importancia en el contexto de ejercicio y actividad física. A veces nos planteamos metas sin ser conscientes que hemos fracasado antes de comenzar, y eso es porque vivimos inmersos en un mar de emociones que restan en lugar de sumar.

Emociones negativas

La ira, el miedo, la tristeza, son emociones que nos catapultarán a pensamientos negativos. En este estado, es fácil que abandonemos proyectos, que no nos esforcemos al cien por cien, o cómo a veces pasa, que no percibamos los pequeños logros que vamos alcanzando. Vemos siempre el vaso medio vacío.

El vaso medio lleno

La alegría, el amor, la sorpresa, son emociones que aumentan nuestra motivación, nuestras ganar de seguir, nos activan los sentidos y estimulan el buen funcionamiento de nuestras capacidades cognitivas. Desde estas emociones, tendremos más posibilidades de éxito, pues estaremos predisponiendo a nuestro organismo a dar la mejor versión de nosotros mismos, y lo que es importante, no nos rendiremos tan fácilmente. Estaremos viendo el vaso medio lleno.