Descubre tu nuevo aliado: el frío

 

¿Cómo puede el frío, supuestamente algo de lo que debemos protegernos, ayudarte?

El frío es un agente estresor. Es decir, hablamos de un estímulo que activa ciertos mecanismos en nuestro cuerpo.

En exposiciones prolongadas de mucho mucho frío, podemos incluso morir. Pero…. ¿Y si controlaras la exposición a éstas dosis para tu beneficio?

Activando el sistema inmune

Por curioso que resulte, la ciencia nos avala.

Está demostrado los increíbles beneficios del frío para nuestra salud, aunque no deja de ser sorprendente la visión tradicional de la sociedad hacia el mismo.

¿Porqué se ha visto el frío como un agente de enfermedad?

Una visión tradicional

Es común escuchar a nuestros abuelos la frase:

«Abriga a la niña que va a coger frío».

Esto es debido a que desde antaño, el enfoque ha sido culpar al estímulo de las consecuencias que provoca y no tanto hacer énfasis a una visión no lineal.

Fíjate en la sociedad de los países nórdicos. Están expuestos a un clima frío, desde bien pequeños, y se adaptan perfectamente. 

¿Qué nos indica esto? 

La hormesis

La hormesis es un proceso por el cual, a través de dosis pequeñas de un estímulo, podemos generar adaptaciones en nuestro organismo.

 

¿Qué estímulos te sugerimos para activar la hormesis?

1.El frío: con exposiciones progresivas y pautadas, el frío es un agente estimulador de la hormesis. 

Puedes comenzar con las duchas frías, intentando que al final de una ducha de agua caliente, te expongas unos segundos al frío. E ir aumentando el tiempo de exposición.

2. El calor: el calor también es un estímulo que produce cambios y adaptaciones. Te recomendamos que a partir de febrero-marzo, empieces a exponerte progresivamente a duchas con agua tibia-caliente, de forma que prepares tu cuerpo para el calorcito del verano.

3. Alimentos: es común encontrarnos con que cada vez más personas tienen problemas de intolerancia a ciertos alimentos. Aunque resulte extraño, el exponerse e integrar dichos alimentos poco a poco en tus comidas, puede predisponer a tu cuerpo a que cada vez sienta menos rechazo por estos alimentos.

Con las alergias pasa más de lo mismo. De hecho, en los colegios de pediatría estadounidense, llevan años sugiriendo el introducir ciertos alimentos como el cacahuete u otros, en las dietas infantiles, siempre en dosis muy bajas y aumentando las mismas progresivamente.

4. Exposición al sol: cuantas personas sufren por su baja tolerancia a los rayos solares. ¿Podemos prepararnos para esto? Por supuesto, siempre que tengas en cuenta, el principio de exposición progresiva y pautada. El sol, en dosis adecuadas, es necesario para nuestra supervivencia y buena salud. 

5. El ejercicio físico: es uno de los agentes más potentes para activar la hormesis de una persona. Empieza por poco, escucha tus sensaciones, muévete de forma consciente y sobretodo disfruta. El movimiento es un activador y potenciador de tu sistema inmune y de tu salud.

Fortaleciendo tu sistema inmune a través de la hormesis

Como ves, puedes fortalecer tu sistema inmune a través de exposiciones al frío.

Entre sus beneficios:

1. Activador del sistema inmune.

2. Antiinflamatorio.

3. Estimula la segregación de endorfinas.

4. Catalizador de quema de grasas.

5. Efecto antidepresivo.

6. Reemplaza las vías nerviosas aferentes como la vía nociceptiva o del dolor. Satura dichas vías, por lo que mejora nuestra respuesta al dolor.

El frío es incómodo pero en la incomodidad vas a provocar que tu cuerpo se adapte y se vuelva más fuerte.

En el próximo artículo hablaremos del ayuno intermitente y de los beneficios que puede tener para tu salud.