Nadie puede entrenar por ti, nadie puede disfrutar por ti

En un mundo en sociedad donde el resultado lo es todo, nos olvidamos un poco del proceso.

Aún no existe la píldora mágica que nos anote en nuestra cuenta personal no sé cuantas horas de ejercicio físico.

La escena de la famosa película Matrix, en la que a Neo le insertan una serie de conocimientos en artes marciales, ha hecho mella en la sociedad.

Cada vez queremos ver los resultados físicos al instante y a poder ser con el menor esfuerzo.

¿Qué nos lleva a hacer las cosas tan rápido? ¿Qué nos empuja a ir acelerados y revolucionados?

La respuesta no es sencilla.

Nos vemos arrastrados por la corriente de un consumismo rápido y directo, que  nos impide sentir y  entender lo que estamos viviendo.

Las consecuencias de esa ¨fast life¨  son: Estrés, ansiedad, aislamiento, etc.

Ante este ritmo frenético de la sociedad contamos con:

  • Disfruta de la comida, tómate tiempo para comer con los tuyos, o sólo.
  • Desenchufa más la tele, te dará el espacio mental para pensar y dialogar.
  • Escúchate, háblate,  conócete, ámate.
  • Rodéate de los tuyos, todo cuanto puedas
  • No dejes que el móvil te gane la batalla, constantemente, al distraerte de las cosas buenas.

Ocupar el tiempo libre y ocio en la realización de ejercicio físico puede ser la clave para sentirnos mejor.

Se trata de una forma de explorarnos y conocernos a nosotros mismos, basada en hábitos saludables.

Un cambio de estilo de vida. Nadie puede hacer ejercicio físico por ti, tú eres el protagonista de tu propia historia.

¿Podemos encontrar nuestro equilibrio en el ejercicio físico? ¿Podemos sentir placer en el movimiento mismo?

No son respuestas sencillas, pero si entendemos el ejercicio físico como un proceso para sentirnos mejor y no tanto para esculpir un cuerpo, podemos encontrar las claves para generar un hábito de vida sano.