¿Por qué es tan importante trabajar la fuerza?
¿Por qué tenemos la idea de fuerza igual a culturismo? ¿Qué beneficios puedo conseguir trabajando esta cualidad?
La fuerza como factor clave en la salud articular. Os comentamos algunos mitos muy extendidos por la sociedad:
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“Si entreno la fuerza me voy a poner grande”.
Para aumentar el tamaño de nuestros músculos debemos dedicar muchas horas, esfuerzo y dedicación.
Con un entrenamiento de 2-3 horas a la semana es muy difícil, sobre todo en mujeres, aumentar el tamaño de nuestros músculos.
Esto se debe al tema hormonal, que no está tan preparado como en el caso de los hombres para esa función en concreto.
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“El entrenamiento de fuerza es aburrido”.
¿Podemos ver con otros ojos el entrenar la fuerza?
Cuando profundizamos en nuestras creencias, nos damos cuenta de que muchas de las ideas que sustentan esa creencia, están condicionadas por experiencias pasadas.
La idea de que el entrenamiento de fuerza es aburrido viene por un período de tiempo de entre 20-30 años en los que, el entrenar esta cualidad se presentó en forma de programas sistemáticos en las salas de fitness de los centros deportivos.
No se supo adaptar a un público, abanico amplio de población, que no fuera en la línea del culturismo, entendido éste como visión más estética y no de competición.
En este sentido, especialmente las mujeres se vieron un tanto desplazadas por no encontrar su lugar en este tipo de servicios (máquinas raras, complicadas, poco asesoramiento) y a la postre; búsqueda de otras actividades más divertidas, con acompañamiento musical y en grupo.
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“Es que la fuerza…. No me gusta”
Todas las actividades que son jugadas siempre serán más lúdicas por naturaleza que el entrenamiento propiamente dicho.
Pero la pregunta que debemos hacernos es: ¿es importante trabajar la fuerza en mi caso en concreto? Y la respuesta siempre es un SÍ rotundo.
La fuerza como factor clave en la salud articular. Ésta, nos proporciona estabilidad en nuestros músculos. Éstos deben estar listos para soportar las inclemencias de las fuerzas externas que nos “atacan” constantemente desde el momento que nos levantamos y ponemos un pie en el suelo: la gravedad, las fuerzas inerciales, etc.
«Necesitamos generar fuerzas internas con nuestro cuerpo para responder a todo este bombardeo de estímulos»
Con el paso de los años, el trabajo, los movimientos cotidianos y las tareas de casa pueden llegar a ser retos estresantes para el cuerpo.
Por ello que debemos aumentar nuestras tolerancias y capacidades físicas.
- ¿Hay alguna forma de trabajar la fuerza sin máquinas?
Existen modos de trabajar la fuerza, lo que debemos pensar es cuál de ellos me beneficiará más.
La idea es buscar un equilibrio, entre lo que me gusta y lo que necesito, para tener mi organismo estable y protegido.
En este sentido, un planteamiento coherente puede ser un trabajo individualizado o en grupos reducidos, que nos proporcione:
- Momentos de consciencia del movimiento.
- Trabajo de la fuerza con los movimientos del propio cuerpo .
- Control de la respiración adecuado para oxigenar bien nuestros músculos.
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